Diksha, que significa ‘iniciación’ y ‘transferencia de energía consciente’, es un proceso mediante el cual se transfiere energía colocando generalmente las manos sobre la cabeza del receptor. Con el tiempo, esta energía tiene como objetivo llevar al receptor a un estado de Unidad.

Los efectos de la transmisión de Diksha pueden documentarse científicamente; sin embargo, explicar su naturaleza no es tan simple. Diksha inicia un proceso neurobiológico que calma los lóbulos parietales del cerebro, responsables del sentido de separación dentro de nosotros y con el mundo que nos rodea, y que nos llevan al sufrimiento. Nos ayuda a transformar nuestra percepción de nosotros mismos y del mundo.

Una vez completado el cambio neurobiológico desencadenado por Diksha, las percepciones sensoriales están libres de la interferencia de la mente. Esto resulta en una claridad natural de la percepción acompañada de sentimientos de alegría espontánea, calma interna y un sentido de Conexión y Unidad con todas las cosas. Al recibir Diksha, es como si las puertas de la Gracia Divina se abrieran y vinieran a nosotros de la manera más necesaria en ese momento preciso de nuestra vida.

¿Cuál es el consejo para aquellos que reciben Diksha?

El proceso es muy simple: no implica ejercicio físico ni posturas. Simplemente te sientas, cierras los ojos y te relajas. Puedes invocar la Presencia de la Divinidad en la que creas: Cristo, Alá, Buda, o simplemente contemplar tu vida y abrirte a recibir. Entonces, el facilitador de Diksha, es decir, la persona que puede dar Diksha, coloca las manos sobre tu cabeza durante aproximadamente un minuto. Eso es todo.

También es posible recibir Diksha a distancia a través de una fotografía y mediante la mirada.

¿Qué efectos tiene Diksha en quienes la reciben?

Los efectos pueden variar: algunos sienten una expansión de la conciencia, otros tienen experiencias místicas. Algunos experimentan una profunda alegría, paz o amor hacia los seres más cercanos.

El propósito principal de Diksha es eliminar el sufrimiento y promover una humanidad basada en la alegría, la realización, el amor mutuo y el respeto entre las personas y entre el Ser Humano y la Naturaleza.

¿Quién puede dar Diksha?

Diksha puede ser dada por cualquiera que haya pasado por el Proceso especial en India o haya sido formado por un Trainer. Los facilitadores de Diksha actúan como vasijas vacías a través de las cuales la energía se transfiere al receptor.

Una reflexión sobre el cambio de la mente:

Hace tiempo alguien me preguntó: “¿Qué puedo hacer para cambiar mi mente?” Querías una mente maravillosa, una que fuera educada, que nunca juzgara, que nunca comparara… Cuando te das cuenta de que es imposible transformar o cambiar la mente, eres libre. La idea de una mente maravillosa es un mito, una utopía. El problema no es tu mente, el problema es el esfuerzo por cambiarla. Estás continuamente luchando con ella, queriendo controlarla, no te gusta como es, quieres cambiarla, y esto es dolor. Cualquier esfuerzo para cambiar la mente es sufrimiento. Es lo que es y seguirá siendo así. Esta es su naturaleza, su diseño. Precisamente cuando dejamos de intentar cambiarla y aceptamos su naturaleza, puede ser útil para su propósito y utilizarla para crecer y mejorar en el mundo exterior.

Cuando llegas a estar cómodo con tu mente tal como es, tienes una tremenda herramienta llamada mente. Con ella, puedes tener gran éxito en el mundo exterior. Y pensarás que este es el plan de Dios para ti e irás por ahí transmitiendo esa filosofía.

El mundo es una oportunidad para nosotros para vivir nuestras vidas felices y exitosas. Decimos que queremos ser espirituales, pero, ¿qué es la espiritualidad? Es vivir tu vida disfrutando de las cosas que haces, disfrutando de las relaciones, de la familia, de los momentos de amor… Eso es espiritualidad. La simplicidad es Divinidad. El propósito de la Oneness University es ayudar a las personas a vivir la vida, no a ser espirituales. Para ayudar a vivir una vida realmente productiva, con grandes conexiones con la gente que te rodea y ser feliz.

Este es el comienzo de la Era Dorada: una era en la que hay felicidad, amor y unidad en el interior, y prosperidad en el exterior. Es abundancia en todos los aspectos de nuestra vida.

“Conversaciones con Anandagiri’, 2008”